Con la anuencia del P. Juan Pablo Alcas y el respaldo de los “Salesianos de Don Bosco”, el 6 de febrero se dio inicio al II Encuentro de Directores Salesianos 2025. Durante este evento, se abordaron temas clave sobre la animación y organización de los distintos ambientes de la Inspectoría Santa Rosa de Lima.
Durante la sesión matutina, el P. Juan Pablo presentó la dimensión fundamental del director salesiano y reflexionó sobre la figura del Director en las comunidades y obras. “El Director Salesiano tiene la responsabilidad de cuidar la identidad consagrada salesiana dentro de la comunidad local. Su labor no solo se basa en la administración, sino en la animación y el gobierno bajo el carisma salesiano”.
Se destacó que el servicio del Director está descrito en la Constitución Salesiana, artículo 55, y que su papel debe alinearse con tres dimensiones esenciales: mística, profética y de servicio. Estos aspectos, inspirados en el Capítulo General 27 (CG27), buscan fortalecer la identidad carismática y el compromiso apostólico dentro de las comunidades salesianas.
En la sesión vespertina, la presentación se centró en la situación actual de las escuelas salesianas. Se analizó el impacto del liderazgo en el éxito o fracaso institucional, resaltando la importancia del compromiso de los líderes educativos. En esta segunda parte, se presentó el P. Elmer Jaramillo, delegado de la Escuelas Salesianas, junto al Sr. Giovanni Arias: “El liderazgo se ejerce con el ejemplo”, enfatizando que un director motivado inspira confianza en su equipo, mientras que las dudas pueden afectar la estabilidad de toda la comunidad educativa.
Uno de los puntos clave fue la necesidad de contar con una hoja de ruta clara, representada en un plan estratégico bien definido. Se subrayó que la gestión no debe centrarse en personas, sino en procesos, estableciendo objetivos claros y un norte bien delimitado para la comunidad educativa.
Este primer día del II Encuentro de Directores Salesianos 2025 concluyó con la firme convicción de que el liderazgo sólido y comprometido es fundamental para el desarrollo de las obras salesianas, garantizando la continuidad del legado de Don Bosco en la educación y formación de la juventud.








